Por: Staff l Burdeos, Francia l Sábado 11 de junio del 2016
La anécdota en la previa del partido entre País de Gales y Eslovaquia, en el Matmut Atlantique de Burdeos, se produjo en el calentamiento y fue escrita por el jugador del Real Madrid, Gareth Bale, quien, obviamente sin querer, le rompió la nariz a un aficionado galés de un balonazo.
El representativo de Gales calentó en la parte del campo en la que se congregaban los 24 mil aficionados que viajaron para darles apoyo.
Un disparo del jugador merengue se desvió e impactó en la cara de un seguidor que sangró aparatosamente. El ídolo de la selección galesa se acercó enseguida para disculparse con el aficionado.
2 comentarios
intento de amarillismo en el encabezado
Veo que esta pagina se esta volviendo nefasta como la alarma y el metro que pena