Por: Staff | México | Jueves 24 de marzo del 2016
Víctimas de su precaria cosecha de puntos en dos años anteriores, los Tigres, que a pesar de llegar a la Liguilla en la temporada 1995-96, tuvieron que llorar quizás el momento más doloroso de su historia, en un Clásico Regio.
Los felinos no lograron revertir la precaria cosecha de puntos en dos temporadas anteriores y su déficit de unidades terminó por hundirlos a la división de ascenso. Incluso, en ese año de 1996, el equipo de la UANL había sido campeón de Copa.
Lo más doloroso para el equipo y la afición felina fue que el descenso se produjo ante el rival de la Ciudad.
Al Monterrey le tocó darle el tiro de gracia al equipo felino, que a pesar de tomar ventaja en el marcador con anotación de Omar Arellano, los Rayados remontaron con goles de Sergio Verdirame y Luis Miguel Salvador.
Fue un Clásico muy atípico, pues además de lo doloroso que significó, se jugó en domingo a mediodía.