Con este tipo de notas es difícil que respetes al obligado “no es bueno mentir”, pues lo que verás a continuación cambió drásticamente la vida de un chico cuyo sueño era jugar futbol americano de forma profesional.
Su nombre es Damon Sheehy-Gussepi, chico de 24 años de edad que recurrió a una serie de mentiras que al final del día terminaron en un capítulo digno para una película.
Damon es un exjugador universitario de un pequeño colegio de la ciudad de Phoenix, Arizona, y al ver que los Browns de Cleveland, abrieron un entrenamiento de pruebas (al cual no fue invitado), se dio el lujo de presumir que conocía al vicepresidente de los jugadores de la franquicia, Alonzo Highsmith, cosa que en realidad no era más que una mentira bien elaborada para poder entrar a las visorias.
Ya dentro de las prácticas, el joven corrió 40 yardas en un tiempo de 4.38.40, lo que sorprendió a los organizadores que lo llevaron a otro tipo de niveles, pero ahora frente a los entrenadores oficiales de los Browns.
La prueba se iba a organizar siete días después, pero Damon no tenía dinero para regresar a su ciudad natal, ni siquiera para hospedarse cerca del campo de entrenamiento, por lo que decidió dormirse dentro de un gimnasio abierto las 24 horas del día y después a las afueras de una instalación de entrenamiento, en donde también aprovechaba para prepararse lo mejor posible.
Llegó el tan esperado día y Damon se puso su informe de los Browns para enfrentar a los Redskins en un partido de pretemporada, y a tres minutos de acabarse el encuentro, selló la victoria de su equipo con esta escapada de 86 yardas, la cual fue celebrada a lo grande por él y sus compañeros.
