Ciudad de México, martes 24 de junio del 2014
El delantero uruguayo Luis Suárez vive de los goles… y las polémicas.
Es más, el apodo de «Vampiro» quizá podría definir mejor al atacante que el de «Pistolero», puesto que la mordida que le metió al defensor Giorgio Chiellini no es la primera en su carrera.
El charrúa agredió al zaguero al 78′, sin que estuvieran disputando el balón, en el triunfo del conjunto sudamericano 1-0 sobre la Azurra. De hecho, Chiellini reaccionó con un codazo, y ninguno recibió tarjeta.
En la Eredivisie, cuando militaba con el Ajax, le metió un mordisco en el cuello, a Ottman Bakkal, del PSV Eindhoven, por lo que la Federación Holandesa de Futbol se vio obligada a suspender por siete partidos al futbolista.
En abril de 2013, Suárez repitió la experiencia con Branislav Ivanovic, zaguero del Chelsea, ya con la playera del Liverpool, al encajarle sus dientes en el brazo del defensa de los Blues.
Pero no sólo ha tenido la manía de probar su dentadura en compañeros de profesión, pues también ha hablado de más.
En la Liga inglesa fue multado y sancionado seis fechas por haber negado el saludo a Patrice Evra, de quien también expresó comentarios racistas.
Eso sí, no es la primera polémica que tiene en una Copa del Mundo.
En Sudáfrica 2010 mantuvo con vida a los charrúas al desviar un remate de Ghana con la mano en la línea de gol, en Cuartos de Final.
Si bien vio la roja, aún en el camino al vestidor, festejó como loco que Asamoah Gyan falló la pena máxima en tiempo extra, para que los uruguayos llegaran a Semifinales luego de ganar en tanda de penales.
Así que ya tenía dos mordidas en la Eredivisie y en la Liga inglesa, sólo le faltaba en el Mundial, lo que ya consiguió en Brasil.
Por: Félix Zapata
