La Asamblea de Dueños del Futbol Mexicano dejó al desnudo muchos temas polémicos y entre ellos está la reducción de jugadores extranjeros que se aplicará a partir del año entrante.
Para tomar esta decisión, cabe señalar que no todos los clubes estuvieron de acuerdo con la postura ofrecida por Gerardo Martino y Gerardo Torrado, pues hubo cinco clubes que objetaron el cambio. Según David Medrano, esas instituciones fueron: Tigres, Monterrey, Tijuana, Juárez y Atlético de San Luis.
En el caso de los regios y el bajacaliforniano fue algo normal, sobre todo en la postura de los Felinos, quienes tienen casi 30 elementos extranjeros, algunos jugando para ellos y otros prestados en ciertos clubes mexicanos o sudamericanos.
En cuanto a Atlético de San Luis, está claro que la orden vino desde España, país cuyo futbol no tiene ninguna regla que impida registrar determinado número de futbolistas foráneos. La sorpresa fueron los Bravos de Ciudad Juárez.
A pesar del voto de estos cinco clubes, les fue imposible opacar a los 13 dueños restantes, quienes alzaron la voz a favor de reglamentar más oportunidad al futbolista nacido en México.
Finalmente la cosas quedaron de la siguiente manera: cada dos semestres, la Liga MX reducirá la cantidad máxima de jugadores extranjeros registrados y alineados. En el 2020 empezará el cambio gradual, pero los resultados finales se darán hasta el 2023, cuando solamente podrá haber nueve futbolistas no nacidos en cada uno de los clubes del máximo circuito, quienes en cada partido tendrán el derecho de alinear a siete de ellos como máximo.
