Lanús, Argentina, miércoles 16 de Abril del 2014
Se esperaba un miércoles santo, se intuía y olía. Parecía darse, pero hasta los demonios «Granotas» más inesperados hacen su aparición incluso en estos días sagrados. Santos Laguna dejó ir la ventaja y acabó por sucumbir en un infierno peor que los que imaginó Dante al caer por 2-1 ante Lanús en la ida de los Octavos de Final de la Copa Libertadores 2014.
Fricción, demasiada fricción en mitad de la cancha, tarjetas amarillas y displicencia de ambos bandos fueron los tópicos centrales de este partido, si es que se pretendiera dividirlo en actos. Darwin Quintero había adelantado a la escuadra mexicana, pero Monteserini y Matías Martínez (en la agonía) dieron el triunfo a los argentinos, que lograron alzar los brazos de forma dramática en el Estadio Ciudad de Lanús, en el Gran Buenos Aires.
Sí, el marcador es totalmente remontable, además de que los dirigidos por Pedro Caixinha lograron el anhelado gol de visitante, pero diera la impresión de que este resultado sabe a muy poco después de tener una ventaja sólida en el marcador. Los Guerreros intentaron extender su respeto en el área metropolitana de la capital argentina, pero su simple presencia no bastó para intimidar al Lanús dirigido por el legendario Guillermo Barros Schelotto, que extendió su momento idílico en el máximo torneo del continente americano.
El primer tiempo fue anecdótico, simplemente con dos equipos que en parte por respeto y en parte por necesidad, se dedicaron a «pelotear». La esférica difícilmente llegó a las áreas y se aferró a la mitad de la cancha. Increíblemente, Santos generó relativo peligro apenas instantes antes del descanso, gracias a un disparo de primera intención de Darwin Quintero que se fue a unos metros de la meta.
Para el segundo tiempo, los Guerreros optaron por dar un golpe que querían hacer definitivo. Parecían lograrlo cuando a los 57′ Darwin Quintero prendió con violencia un balón con poco ángulo dentro del área para abrir el marcador.
La investidura lagunera, brillante hasta el momento en la Libertadores (salvo en su visita a Arsenal) parecía rendir frutos en «La Fortaleza». Pero el conjunto «Granote» sacó el orgullo sudamericano en el momento oportuno, apenas siete minutos después del tanto coahuilense, y con un tiro cruzado de Montesereni, aprovechando la nula marca visitante, puso el empate.
Cuando parecía que la igualdad era el destino de esta eliminatoria y cuando corría el quinto minuto de los cuatro añadidos. Un error defensivo que incluyó un desafortunado despeje de Javier Orozco ante la salida del portero Oswaldo Sánchez orilló que el guardameta dejara su puerta desprotegida para que Matías Martínez simplemente empujara de cabeza el balón para decretar la voltereta.
La revancha será la próxima semana en el Estadio Corona TSM, cabe resaltar que el criterio de desempate, en caso de igualdad global, es el gol de visitante de Santos… o los goles que Lanús pueda anotar en Torreón.
Por: Fernando Vázquez
