CIUDAD DE MÉXICO.- Cruz Azul y Pumas chocaron en la Ida de las Semifinales con el Estadio Azteca como sede; la experiencia de Robert Dante Siboldi y la novatez de Andrés Lillini acarrearon a sus respectivos clubes al sagrado campo de un Coloso que, a pesar de estar vacío, no abandonó su majestuosidad, ahora decorada con tintes celestes.
La Máquina hizo alusión a su nombre y arrolló sin piedad a Pumas en los primeros minutos del partido. Apenas al 1’, el marcador ya le era favorable a los locales, quienes gracias a Roberto Alvarado se fueron arriba 1-0, en un gol que además se colocó como el más rápido en la historia de las Liguillas.
Cruz Azul sabía que la motivación estaba de su lado y al 8’ aprovechó esa condición para incrementar la ventaja con un portento de anotación de Rafael Baca, quien sacó un bombazo kilométrico que dejó sin oportunidad a Julio González.
La hemorragia unamita era de escándalo, pero al 13’ se agravó. Dentro del área, Luis Romo puso el 3-0 con un disparo cruzado que puso a ilusionar a tope a toda su fiel afición.
Para el segundo tiempo, Pumas ajustó y mejoró un poco en ataque, pero en zona defensiva seguía dejando mucho que desear y los celestes estuvieron cerca de cobrárselos al 64’, pero un fuera de lugar evitó que la pizarra se volviera a mover.
Cruz Azul se replegó por completo y esperó a unos felinos que nunca pudieron crear jugadas de real peligro en el arco de un tranquilo Jesús Corona. Eso originó que se encontraran con algunos espacios y al 95′, apareció nuevamente Luis Romo para empujar el balón luego de una carrera de apoyo muy extensa. El partido estaba definido.
El cronómetro llegó al 90’ y la Máquina cerró el 4-0 casi definitivo que lo hará manejar a placer el duelo de Vuelta en C.U, el cual se desarrollará el próximo domingo.